Fuente de ferrofluido

La parte principal de la fuente de ferrofluido es una pequeña plataforma elevadora (también conocida como laborboy) que, con ayuda de un IMÁN DE LA MUERTE con una increíble fuera de sujeción de 100 kg, es capaz de hacer que el ferrofluido se mueva. Para evitar que el imán se desplace, el Sr. Eppel lo fijó con dos placas de vidrio acrílico. Una de las dos placas está atornillada directamente con la superficie de la plataforma elevadora. A continuación, colocó el IMÁN DE LA MUERTE sobre la cabeza del tornillo colocado en medio. A continuación, colocó la segunda placa de vidrio acrílico sobre el imán y la fijó con cuatro pernos roscados a la placa de vidrio acrílico inferior.

La plataforma elevadora se sitúa en un soporte de madera elaborado para tal fin. Para evitar que la plataforma elevadora se vuelque al accionarla, el Sr. Eppel la atornilló a la base inferior del soporte de madera. Sobre la tabla de madera superior hay un recipiente de aluminio que lleva fijado un perno roscado. Para terminar la fuente de ferrofluido, el Sr. Eppel vertió el ferrofluido en el recipiente de aluminio, un total de 32 fracos de 10 ml de ferrofluido.
El recipiente con el perno se trata tan solo de un prototipo. Más tarde, el Sr. Eppel sustituyó el perno por una bola metálica con rosca cónica. Esta se la encargó por separado al taller de la universidad. ¡Pero el prototipo ya es bien ilustrativo! En el vídeo inserto se ve la impresionantes formas que adquiere el ferrofluido al acercarse un imán.